sábado, 24 de abril de 2010

Con la Misma Moneda


Siguiendo el mismo esquema que en Batman: Año 1, con pensamientos intercalados de Batman y Gordon, Andrew Helfer nos presenta a Harvey Dent como un fiscal decente que llega a convertirse en el más desalmado criminal, por más que digas por diosito nunca más lo volveré hacer, eso va a ser tu eterna debilidad.


Batman atrapa al Asesino de adultos mayores, un exitoso cirujano de los famosos, Rodolfo Klemper que acepta los asesinatos pero al llegar la policía lo niega, al no tener una grabadora cualquiera haría eso, claro eran los tiempos de las buenas voluntades y eso que el Caballero Oscuro es el mejor detective, además que todo ese argumento de confesar al loco enmascarado y al que la gente seria jamás creería es efectivo.

Declarado inocente en el juicio, el capitán Gordon le hace ver la verdad a Batman, por más que atrape a los delincuentes, la mayoría va a salir libre por faltas de pruebas, lo que no es mucha ayuda que digamos.

Si eres un maniático debes aparentar ser una persona normal, suprimiendo tus instintos para cuando cometas tus ansiados asesinatos, no es para estar alardeando y decirle al fiscal de distrito tú te pareces a mi, gracias a eso, chau viejo criminal, bienvenido nuevo villano de Ciudad Gótica.
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A raíz de este evento, surge una mayor comunicación entre el abogado y Batman para hacer un trabajo coordinado y evitar la liberación de culpables, la cosa funciona muy bien en relación al Departamento de Policía, pero el que se lleva todos los créditos es Dent.

Pero toda esa mayoría se rompe cuando un mafioso paga la abultada fianza, dejando pensativo al fiscal, al no haber alternativas para atraparlo con un motivo , pide a su aliado a matar, cosa que va contra la filosofía de Fashioman, digo Batman.

Entiendo las pesadillas en la noches por los traumas que dejó un mal padre y que dejó una huella en el hondo de su ser, pero eso de salir a la calle a las cinco de la mañana para que el mismo que pagó la fianza te este esperando para ajustar cuentas, no me la creo, pero bueno Dent desata toda su furia y lo mata, el chisme de parte de un tipo que trabaja con el fiscal, llega a Maroni con su chiclé de que si es italiano debe de comer tallarín, se acerca su juicio y quiere dejar bien en claro que con los padrinos no se mete.

En el estrado, Maroni acepta que es un extorsionador no sin antes tomar su Milanta para el dolor de estomago (que es horrible dicho sea de paso), echándole un ácido que destruye la piel de Harvey dejándolo como el monstruo que todos conocemos.

Los buenos pierden esta vez, el soplón ahora toma el puesto de Harvey siendo el favorito por el alcalde para las próximas elecciones, es bueno hablar con uno mismo pero no tanto para dejar salir al desequilibrado que llevas bien al fondo de tu ser.

Batman visita a Dos Caras y le cuenta las novedades, descubren que el soplón liberó adrede al mafioso que pagó su fianza y que consiguió el ácido antes del juicio, le pide tomar el último caso para arreglar las cosas, como si eso fuera posible, ya no hay vuelta atrás, ya nunca volverás a ser el mismo.
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Dent escapa del hospital para visitar a su reemplazo, en un instinto natural por preservar su vida, el soplón le ofrece una nómina con cientos de inculpados para que pueda reinar en el mundo del hampa, Batman interviene, el soplón golpea al recién llegado, Harv mata al dueño de casa y se siente feliz de su nueva vida.

Otra razón de porque antes podías confiar en las personas, es que Gordon tiene la oportunidad de ver la identidad secreta de Batman, sacarle la capucha, acusarlo de alterar la orden y ordenar cadena perpetua al loco con desordenes mentales, pero en vez de eso el pavo espera que despierte y le cuenta que Harvey escapó, tratando de comprender el diagnostico que hicieron los psicólogos al ver que el paciente no tiene remedio.
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Todos en algún momento tenemos que enfrentar a nuestro pasado, Dent decide que ha llegado el momento de encontrarse padre e hijo, le pide otra moneda falsa con dos caras a lo que el orgulloso padre no se puede negar, para animar el encuentro hace el juego de cara nadie muere y cara dañada, mañana hay un entierro; Batman llega tratando de impedir otro asesinato pero a moneda ya se había encargado de eso.

Ya en el Asilo Arkham, el psicólogo le hecha la culpa a la moneda regalada, todo estaba de maravilla cuando por culpa del azar, la enfermedad del alma recrudeció para siempre, llevando a Dent a no hacer ninguna decisión si no lo consultara antes con su asesora.

El tratamiento va por buen camino, la cirugía facial funciona, la otra mitad empieza a ceder el terreno ganado, todo indica que va a ver mejoría pero esta es la mejor escena de todo el comic con un abogado que escucha de nuevo las voces, se libera en un nuevo ser, no solamente interiormente sino desgorrándose la cara con sus manos, feliz de haber regresado para siempre.
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No sé porque a Chris Sprouse no le gustó el acabado del dibujo que hizo para el Anual de Batman N° 14: El Ojo del Observador, ojalá que después no se esté quejando de su arte en el Retorno de Bruce Wayne. La portada del comic es obra de la leyenda Neal Adams.

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